Lo que nos espera a los chilenos a partir del 11 de marzo del 2010, será distinto a lo que hemos vivido hasta ahora, luego de veinte años de Concertación Democrática. Tendremos un Presidente Empresario o un Empresario ejerciendo como Presidente de la República.
Lo que vendrá contendrá una combinación de contenidos distintos a lo vivido en Chile en 20 años, éste será un eje entre Políticas metamorfoseadas con publicidad mediática ampulosa en las cuales el concepto publicitario del Cambio buscará imponerse, con reiteración y circo en la sociedad, la misma que observará que la legislación laboral será desregulada, el salario mínimo rebajado, la red de protección social reestructurada para restar presupuesto a sus programas y por último, se intentará traspasar las Empresas del Estado a empresarios nacionales o a empresas transnacionales.
El Empresario, hoy electo Presidente, no será un precursor de la transparencia; por el contrario, siempre ha optado por el secretismo, para ello cuenta con una enorme maquinaria de Televisoras, Radioemisoras y Diarios, que día a día, agenda en mano, se encargarán de desinformar, proponernos temas que siendo irrelevantes, los llevarán a instalar en el centro de nuestras preocupaciones.
El Empresario tiene un abundante currículo de contradicciones con la verdad, ha sido actor directo de situaciones anómalas que no fortalecen su probidad.
En ese marco muy generalmente expuesto, estimo fraternalmente, la necesidad de abrir debate en todos los frentes comunales, frentes sociales, sindicatos y, fundamentalmente los núcleos, intentando comprender lo que vendrá y el rol que nos corresponde a los socialistas। Esos debates deben asentarse en un ánimo fraternal, en los marcos de una crítica y autocrítica que nos conduzca a propuestas comunes, a formas de actuar y sobre todo a fortalecer el PS en los Núcleos y Comunas, en los sindicatos, Juntas de Vecinos, Centros de Alumnos. En otras palabras, es limitado pensar que nuestra política se exprese solamente en una eventual disputa entre el Ejecutivo y parte del Legislativo. Debemos organizarnos para denunciar y movilizarnos permanentemente en las calles, poblaciones, sindicatos, universidades, Colectivos Culturales, jóvenes y adultos mayores. Para lograr esos propósitos es necesario que los militantes, adherentes y chilenos en general sean informados de lo que ocurre, para ello la dirección del partido debe trabajar desde ya por lograr a los menos una radioemisora de alcance nacional y un diario.
El problema central a dilucidar no es una nueva directiva nacional, la disputa entre las tendencias। Creo que deberíamos organizar debates para recoger opiniones, auscultar las sensibilidades y preocupaciones populares y con ello en la mano elegir a todos nuestros dirigentes.
Juan Gutiérrez Soto, Ex Presidente Regional Metropolitano del PS